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9 +1 PEQUEÑAS VERDADES ACERCA DE LAS GRANADAS DE MANO

Texto y fotografía de portada de Edu Parra (a.k.a. Invisible)

No nos engañemos, llevar una granada atada al chaleco o colgando del cinturón mola, y que levante la mano el que no haya emulado a Schwarzenegger en Commando colgándose dos piñas en el pecho. Sin embargo, más allá de nuestro amigo el factor molón (que tan mal se lleva con nuestra cartera), llevar y usar granadas de mano en una partida de airsoft es como el momento de la primera gran caída de la montaña rusa en un día de parque de atracciones... ¡subidón!


1 Las granadas dan alas a los que ignoran las normas.


Una de las normas básicas del airsoft es que en caso de duda... date por eliminado. Con las granadas eso no ocurre, no hay más que tirar una granada y escuchar justificaciones del tipo 'no sé donde ha caído' para no darse por muerto. No saben donde ha caído, pero fijo que ha sido lo suficientemente lejos como para no morir.

2 Las granadas sacan el Messi que llevas dentro.


A nadie se le ocurriría dar patadas a una pistola si esta se nos cae de la funda en un mal gesto, es de sentido común. Ahora, lanza una granada a los pies del enemigo y podrás comprobar cómo ese pertrechado airsofter se transforma en un Ronaldo cualquiera dispuesto a rechazar el lanzamiento a patadas, aunque destroce nuestra granada en el intento.

3 Y también al Gasol.


La norma, pero sobre todo el sentido común, así lo dicta: las granadas rodando y por debajo de la rodilla, no sea que le des un granadazo en la cabeza al enemigo y lo mates... pero de verdad. Pero como el sentido común es el menos común de los sentidos no faltarán los que te lancen su preciada piña como si fuera un balón de baloncesto, una pelota de béisbol o, quién sabe, una granada de verdad.

4 Elimínate a ti mismo...


¿Cansado de no salir en YouTube? Tranquilo, las granas de mano vienen al rescate. Puertas que encogen, vigas que aparecen y desaparecen y duendes invisibles que te abren la mano se aliarán con las cámaras presentes en la partida para hacer de tu particular lanzamiento fallido de granada la fiesta audiovisual del canal de YouTube de 0'20.

5 ... o no elimines a nadie.


Es cierto que hay granadas cuya fiabilidad roza el 100%, pero nuestras muy queridas granadas tienen la particular costumbre de no estallar cuando más falta hacen. ¿Que vienen cinco enemigos y tu única arma disponible es una granada? No te preocupes, Murphy está contigo. Pfhssssssss ¿te suena?

6 Lanzar una granada es quedarse indefenso.


Es ley de vida airsofter. Cuando necesites la granada no recordarás que la llevas, cuando lo recuerdes no te dará tiempo a sacarla, cuando la saques te eliminarán antes de lanzarla. Si vas a lanzar una granada asegúrate de tener la espalda bien cubierta.

7 Explota todo su potencial.


Sí, de acuerdo, el manual de cualquier granada es fácil: armar y lanzar, pero no por ello vamos a quedarnos ahí. Granadas con cable, bombas trampa colocadas bajo supuestos premios o en los marcos de puerta son algunas de las interesantes recetas que el libro de cocina del airsofter desalmado ofrece a los que aderezan su juego con este suculento condimento. No te cortes e innova.

8 Es una réplica que sale muy cara.


O bien hacemos un buen desembolso en una granada reutilizable -que a duras penas bajan de 100 euros- o bien nos gastamos el jornal en botellitas de CO2 y carcasas. Sea cual sea el caso, tirar una granada no será tirar el dinero... pero aun así nos saldrá caro. Vigila, porque a lo mejor el tráfico de granadas de airsoft es el negocio del futuro.

9 Es un goloso trofeo para los amigos de lo ajeno.


Vale que en el airsoft ser legal es una de nuestras señas de identidad, pero como en todo deporte hay algunos que se saltan las normas porque ellos lo valen. En el airsoft tirar una granada a lo desconocido y no recogerla de inmediato es arriesgarse a no verla nunca más. Consejo gratis: ponles cascabel.

9+1 Y a pesar de todo... son geniales.


Caras, se averían, fallan, se pierden... todo es cierto, pero la satisfacción de llevarte a tres jugadores de un golpe compensa todo el sufrimiento anterior. La granada de mano, como su prima de cuarenta milímetros, no es ni una marcadora principal ni un mero elemento decorativo, es droga de la dura y si la pruebas... engancha.