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Joint Task Force 2

Canadá es un país siempre sorprendente. Aunque es demográficamente pequeño (unos 26 millones de habitantes), tiene unas fuerzas armadas de primer nivel y no duda en utilizarlas.

Además, como miembro de la commonwealth, no duda en acudir en ayuda de Inglaterra siempre que lo necesita y asume grandes sacrificios y responsabilidades –recordemos Dieppe o la playa Sword en Normandía- .Por si esto fuera poco, suele estar presente en todas las operaciones internacionales para las que es requerida, sean de la OTAN, de la ONU o de sus aliados.

Como vemos, Canadá quiere su lugar en el mundo y se sirve de sus fuerzas armadas siempre que es necesario. Y lo hace discreta pero decididamente. Por eso me sorprendió un comentario que leí en una novela y me decidí a comprobarlo.

En Canadá, la competencia antiterrorista correspondía a la Real Policía Montada de Canadá (RMCP). Después del ataque terrorista de los Juegos Olímpicos de Munich en 1972, como muchos otros países, Canadá decidió que necesitaba una unidad que pudiera hacer frente a las nuevas amenazas; sobre todo teniendo en cuenta que los Juegos Olímpicos de 1976 se iban a celebrar en Montreal.

Por eso, en 1975 se creó, dentro de la Policía Montada, el ERT (Emergency Response Team) creado a semejanza del SWAT de Los Ángeles y la ESU de Nueva York.

En 1986, viendo que la amenaza terrorista no dejaba de crecer, la RMCP decidió que necesitaba especializar el ERT y creó el SERT (Special Emergency Response Team) tomando como modelo el GSG-9 alemán y el HRT del FBI. Es decir, dentro de la unidad especial antiterrorista (el ERT) se creaba un grupo específico para liberar rehenes, aviones, barcos, etc (el SERT).

Tiempo después, Canadá volvía a demostrar que es un país especial. Como todas las unidades de su tipo, el SERT entrenaba para dar respuesta a todo tipo de situaciones, algunas de las cuales podían necesitar neutralizar la amenaza terrorista. Los agentes de la RMCP se encontraban ante un gran dilema moral: su deseo como policías era proteger y salvar vidas pero, como miembros del SERT, tenían la obligación de entrenar y, llegado el caso, emplear tácticas en las que producían la muerte de personas.

 

Eso les creaba graves problemas morales. Asumían que era posible tener que usar la fuerza en el ejercicio de sus funciones como policías, asumían que más en esa unidad, asumían que era necesario entrenar las tácticas; pero no estaban convencidos de hacerlo. Es un problema comprensible que estoy seguro que se da en todas las policías del mundo, pero es sorprendente la forma de plantearlo. Y más sorprendente es la respuesta que dio Canadá: decidió desmantelar el SERT y las competencia antiterrorista pasó a las fuerzas armadas.

Ante esta situación, el 1 de abril de 1993 se creaba el Joint Task Force 2 (JTF 2). EL JTF 2 asumía la competencia antiterrorista en Canadá y quedaba configurada como una de las unidades de operaciones especiales de las fuerzas armadas canadienses. Aunque queda sometida a las mismas normas que el resto de las fuerzas armadas, depende directa y exclusivamente del Comandante del Mando de Fuerzas de Operaciones Especiales Canadienses. Este, a su vez, responde directamente al Jefe de la Defensa, que responde ante el Ministro de Defensa Nacional.

A pesar de su reciente creación, las fuerzas armadas canadienses ya tenían experiencia en este tipo de unidades y tomaron como referencia la 1ª Fuerza de Servicios Especiales combinada de EEUU y Canadá (conocida como la Brigada del Diablo) que luchó en la Segunda Guerra Mundial. Aunque debidamente actualizada, claro está.

Los detalles de la JTF 2 son secretos y no hay demasiados datos sobre esta unidad. Está compuesta exclusivamente por voluntarios procedentes de la Armada, el Ejército o la Fuerza Aérea. Su número es relativamente limitado, entre 250 y 300 hombres, aunque la unidad acabará en 2008 un proceso de ampliación con el que se cree que doblará ese número al terminarlo.

 

Para esa ampliación, el gobierno de Canadá ha destinado 120 millones de dólares desde el año 2002. Con esta ampliación también se ha tratado que la JTF 2 sea lo más independiente posible para que su respuesta, dentro o fuera de Canadá, sea lo más rápida posible.



Cualquier miembro de las fuerzas armadas, ya sea regular o reservista, puede pedir en ingreso en la JTF 2 una vez hayan cumplido dos años de servicio. Si se superan las pruebas iniciales, se hace el curso en el acuartelamiento de la unidad, situado en el Centro de Entrenamiento de Dwyer Hill, al oeste de Ottawa. El Regimiento Aerotransportado de Canadá es una de las unidades que más miembros ha aportado a la JFT 2.



Lo poco que se sabe de la organización de la unidad es que está mandado por un Teniente Coronel que puede pertenecer a cualquiera de las armas de las fuerzas armadas. El equipo básico está compuesto por grupos de 2 a 4 hombres, conocidos como “bricks”. Cada uno de estos bricks tiene una especialidad concreta, lo que permite crear unidades específicas en función de la misión encomendada. Estos grupos más grandes tienen entre 20 y 30 hombres y están mandados por un Capitán.

Vía Fuerzasesp.org por 101airbone